Los dientes y la boca están especialmente expuestos a cualquier tipo bacteria o germen que provenga de una mala alimentación o falta de higiene. Por ello, cuidar de nuestra dieta está muy relacionado con la conservación de la salud de nuestro organismo.
En su estado natural, la boca está repleta de bacterias. La mayoría de ellas, a través de nuestro sistema inmunológico y de una correcta higiene dental, son inofensivas.
Si no se mantienen a raya, las consecuencias serán importantes para la boca y el organismo, con enfermedades del cuerpo vinculadas a la mala salud oral.
Por citar algunas: Endocarditis, enfermedades cardiovasculares, diabetes, partos prematuros.